Casey nos dejó durante la madrugada del miércoles. Ha sido un golpe muy duro, pero sabemos que durante su ingreso en la clínica veterinaria se ha hecho todo lo posible para intentar que se recuperase de su fallo renal. Ha partido sin dolor, pero aún así no hay consuelo cada vez que uno de ellos marcha.

Vuela alto pequeño, gracias por habernos dejado cuidarte estos dos años.